Porta vasos de henequén, remolino rojo y azul. Juego de seis piezas.

Y entonces la leyenda maya cuenta que: en una noche de tormenta, Zamná -deidad de la medicina y la agricultura- corría a resguardarse, se hirió con las espinas de una hoja de henequén, sus duras y puntiagudas hojas le ocasionaron una cortada en la pierna, lo que trajo la ira de sus seguidores, quienes cortaron las hojas de la planta y luego las azotaron contra las piedras. y fue así que se dio cuenta que de ella salían unas fibras muy resistentes, que serían de gran utilidad para su pueblo. Como es el caso de esta pieza realizada por la artesana maya María Juliana Matu Ytah.

Nombrado por los mayas como kij, el henequén, al que domesticaron, es un arbusto del género de los agaves, descubrieron que algunas de sus bondades les ofrecían grandes ventajas, como su resistencia a la sequía, a plagas y enfermedades.

Indudablemente, además de su aprovechamiento por los artesanos mayas para la realización de piezas como esta, por su belleza, con sus hojas grandes, lanceoladas de color blanco azulado o blanco grisáceo, sirven de ornato.

En Yucatán, esta planta se produce en 45 municipios de los 106 que conforman la entidad, los más conocidos son: Izamal, Telchac y Motul.

9 cm. de diámetro X .5 cm de grosor         

*Cuidados generales:  no sumergir en agua o lluvia, ya que puede afectar la composición del acabado. Limpieza en seco con brocha de pelo suave o paño seco. Evitar el uso de paños húmedos. 

**Es importante señalar que el proceso de elaboración de las artesanías es manual, por lo que pueden reflejarse en las piezas ciertas variaciones en cuanto a medidas, colores y texturas.